Para el taller de Alberto Berdugo, realizar los arbotantes del trono de la Divina Pastora era un gran reto, ya que las condiciones en las que el tallista alicantino Domingo García Chahuán había dejado estas piezas no eran las mejores. Algo que hace poco más de un año asumimos esa responsabilidad tanto del dorado como la terminación de la talla.
Se sabía que sería duro, pero con esfuerzo, cariño y dedicación el resultado definitivo dejaría a un lado los sinsabores vividos con anterioridad. Ver las caras de alegría y de cariño con el que han tratado todos los «los pastoreños» a los integrantes del taller es la mejor recompensa, además de la satisfacción de los fieles que han derrochado hoy durante la procesión de la Virgen por las calles del barrio de Capuchinos al ver a la imagen con su trono totalmente culminado en este 2014, aunque ya lo estrenó, a falta de los arbotantes, en la salida procesional del Mater Dei en septiembre del año pasado.